Relájate

Una buena carcajeada no solo alijera tu presión mental, pero reduce el cortisol, la hormona corporal que se libera como respuesta al estrés, y aumenta la endorfina, sustancia química que ayuda a tu buen humor. Relájate escuchando tu favorita música o video, leyendo un chiste o platicando con alguien quien te hace reir.

Toma un descanso de 5 minutos para enfocarte en tu respiración. Sientate derecho con los ojos cerrados, con una mano en el estomago. Despacio inhala por la nariz, sintiendo tu respiración que empieza en tu abdomen hasta llegar al tope de tu cabeza. Invierte el proceso exhalando por la boca.
La respiración profunda reduce los efectos del estres disminuyendo el ritmo del corazón y bajando la presión sanguínea.

Unos minutos de meditación cada día puede ayudar a reducir nuestra anxiedad. “Estudios sugieren que una meditación diaria puede alterar nuestro sistema nervioso, haciendolo mas resistente al estres.”
Es simple, Sientate derecho con ambos pies en el suelo. Cierra tus ojos. Enfoca tu atención en recitar – en voz alta o en silencio – una frase positiva como “Me siento en paz” “Me encanta quien soy”. Coloca una mano en tu estomago para sincronizar la frase con tu respiración. Deja todos las distracciones que floten como nubes.

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